En pandemia, pero con moda y estilo

Son protección, pero también distinción, lujo, moda. Comercialmente hablando, también son diferenciación, posicionamiento de marca y hasta apoyo a emprendedores o grupos indígenas y artesanos. Efectivamente, hablamos de los cubrebocas.

El Coronavirus o COVID-19 detonó la necesidad de protección y evitar contagios, y los cubrebocas, tapabocas o máscaras como le llaman en algunos países, fueron la opción recomendada y socorrida por todo el mundo.

La escases de estos aditamentos, obligó a que surgieran cubrebocas textiles caseros, y es ahí donde empezó la idea de hacerlos pero con color y diseño, para alejarse de los aburridos y poco atractivos cubrebocas blancos o azules como en los hospitales.

Y es así como se despertó la creatividad de diseñadores alrededor del mundo, quienes fueron más allá del uso protector de este artículo. Pero también por cuestiones de marketing, muchas empresas empezaron a dotar de cubrebocas a sus empelados y colaboradores, por supuesto con el logo o marca de la empresa. Incluso se convirtió también en un souvenir como fue el caso de los cubrebocas del afamado equipo de futbol soccer Barcelona.   

ARTE INDÍGENA

En el caso de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit también aparecieron cubrebocas con diseños coloridos de artesanos de las etnias de la región, coras y huicholes, Los cuales fueron comercializados en redes sociales principalmente.

MARCAS INTERNACIONALES

Louis Vuitton creó el suyo con el logo de marca y sus monogramas característicos. Su costo, a finales de mayo alcanzaba los 85 dólares, es decir, alrededor de 1,900 pesos mexicanos.

Por su parte, Gucci tiene varios modelos también basados en sus típicos diseños de cadenas doradas enlazadas, como el que lució la cantante Billie Eilish en los Grammy 2020.

La marca Fendi lanzó uno de estos artículos con el diseño de la clásica lengua roja de los Rolling Stones.